Unos prismáticos no son tan potentes ni luminosos como los telescopios, pero son fundamentales hasta para los astrónomos aficionados, ya que tienen funciones que los telescopios no pueden alcanzar, que ahora veremos. Así pues, aquí unos consejos para elegir unos prismáticos:
¿Por qué elegir unos prismáticos?
Ciertamente, como hemos dicho, tienen funciones que los telescopios no pueden emular. Poseen un campo más amplio; con ello pueden observar objetos más grandes, que se pierden en los aumentos de los telescopios.
Los prismáticos pesan más bien poco, quizá unos cientos de gramos, pero los telescopios pesan kilos, algunos más de 20. Esto añade un nuevo factor, que es el transporte de ambos objetos, dado el reducido tamaño y peso de los prismáticos, sólo con cogerlos, estás perfectamente preparado para salir a observar, sin embargo, el telescopio requiere de cierto tiempo para cargarlo, recoger todo, salir, vigilar que cualquier pieza no se haya olvidado...
Además, como hemos relatado antes, es muy importante el tener unos prismáticos para observar cúmulos estelares abiertos, los cuales poseen estrellas algo alejadas entre sí, como el cúmulo de las Pléyades, entre otros, o galaxias como Andrómeda, objetos que de por sí son muy grandes para un telescopio. Con los prismáticos, se puede observar la zona del objeto y éste cabe perfectamente en el campo de visión. Con un telescopio, aunque los aumentos sean bajos, se "comerá" el objeto, haciendo que algunas estrellas no sean visibles, sin mostrar el cúmulo en su totalidad y belleza.
¿Cuál me cojo?
Ciertamente, el comprarnos o elegirnos un par de binoculares nos va a ser mucho más fácil que un telescopio, ya que los telescopios tienen cientos de apartados a tener en cuenta: tamaños, marcas, tipos, monturas, oculares, aperturas, focales, tubos... Y los prismáticos por lo general sólo 2 apartados, aunque cabe fijarse bien en estos dos, son aumento y apertura.
Partes de las que hablamos
Normalmente observaremos que los prismáticos vienen dados con dos números, por ejemplo 7x50. El primer número (7) indica el número de aumentos que posee el prismático. El segundo número (50), indica el tamaño del objetivo.
El aumento indica el número de veces que se verá más grande el objeto, 2 aumentos, significaría verlo el doble de grande que con 1 aumento, por ejemplo.
El diámetro del objetivo, indica la amplitud del tubo de los binoculares, cuanto mayor sea este número, mayor cantidad de luz pasará a través de él, esto nos ayudará a ver bastantes objetos, sobre todo de cielo profundo, ya que la imagen será clara, nítida y con suficiente brillo.
Hay que mirar la pupila de salida. Es simple, dividimos apertura entre aumentos. La pupila de salida del prismático ha de estar en torno a 6 - 7, que es el valor (en milímetros) normal para una persona de entre 25 a 50 años, evidentemente, a mayor edad, menor tamaño de pupila.
Modelo de 7x50
Los prismáticos 7x50 son los prismáticos "universales", que sirven para todas las personas, ya que casi todas las personas poseen un tamaño de pupila igual o menor a 7. Con estos prismáticos de bajo aumento podremos captar planetas como Marte, Júpiter, Saturno, ver los satélites galileanos, observar algunos cúmulos celestes, como las Pléyades o el cúmulo de Hércules y nebulosas como la de Orión. En ocasiones normales, podría llegar a intuirse Urano, siempre y cuando se disponga de un buen cielo. Son los más indicados para salidas de observación campestre y de rastreo de cielo, aunque si queremos vislumbrar objetos débiles, ergo muy pequeños, probablemente los 7x50 sólo sean compañeros de viaje.
Binoculares de 10x50
Los de 10x50 son adecuados para todos los observadores, en especial los mayores, ya que su tamaño de pupila se acopla al del prismático, no obstante, se recomiendan a todos los observadores, ya que la diferencia de tamaño de pupila y salida de pupila puede ser de hasta 2, es decir, si tu pupila mide 5 milímetros, los prismáticos pueden tener una de 7 milímetros, o viceversa. Son los más escogidos en todo el mundo, ya que con ellos, como veremos debajo, podremos observar cuantos objetos deseemos, ya que llegan hasta la magnitud 9 y 10 en los cielos más oscuros, y son fáciles de manejar por su escaso peso y fáciles de domar, ya que ofrecen un gran campo estelar y por tanto una gran luminosidad, que los hace aptos para cualquier observación. Todo astrónomo, profesional o no, los tiene, y son los compañeros idóneos en las salidas observacionales, cuando es más cómodo observar con prismáticos que con telescopio (por ejemplo, los cúmulos grandes como M45 (Pléyades)).
Binoculares 20x50 (Super Zenith), apréciese su tamaño
Los de 20x50 ya tienen una calidad de imagen algo menor, porque la luz se pierde entre los aumentos. Al ser tan diminuta la pupila de salida (de 2,5 milímetros, equivalente a la de un hombre de 140 años), todos los humanos, de la edad que sean, perderán luz a borbotones con este modelo de prismáticos; no obstante esto no significa que no se vea nada, es más, en lugares muy iluminados, o con contaminación lumínica que evite la adaptación a la luz, el diámetro de pupila de algunas personas puede ser de 4 milímetros o menor, por lo general los prismáticos de 20 aumentos suelen ser de 80 centímetros de apertura (20x80), de no ser así, la pérdida de luz será muy grande. Estos prismáticos son útiles para el cielo profundo, como nebulosas (Orión, M57, Hélix, NGC 7662), Cúmulos (M4, M13, Pléyades, Híades), y planetas. La magnitud límite de estos prismáticos ronda la 10, con lo que un centenar de objetos son visibles con ellos. Algunos observadores reportan haber visto todos los planetas con un 20x50 y con un 20x80 bajo cielos muy oscuros. (Neptuno es de magnitud 8). Para los aficionados o para salidas observacionales con trípode, son muy buenos, pero para la mayoría de astrónomos resultan más complicados de manejar, ya que pesan varios kilos, son incómodos y la imagen se tambalea.
Estos prismáticos, los Súper Zenith, son los que usamos nosotros, para la detección mucho más cómoda de determinados objetos, como son las Pléyades, Orión o incluso los galileanos... desde nuestra ciudad, de manera simple y rápida. Nosotros nos servimos de un trípode para rastrear el cielo. Es el compañero perfecto a un telescopio.
Comodidad:
Un recurso muy útil es el trípode. Pero éste sólo ha de ser usado cuando el observador no se sienta tan cómodo de pie como sentado o cuando el tamaño o peso de los binoculares sea tal que cause fatiga y temblor del pulso, lo cual debilita la imagen.
En este caso, cualquier trípode puede servir; normalmente se emplea para prismáticos cuya apertura es mayor de 50 milímetros o cuyos aumentos superan los 15, aquí entrarían los 15x70, 20x50, 20x70, 20x80, 25x100, etcétera.
No obstante, el trípode ha de saber responder a las necesidades del observador, refiriéndonos a que el trípode ha de saber aguantar bien el prismático. Un trípode endeble, delgado o con poco soporte hará que los prismáticos oscilen o lleguen a caerse. Un trípode con seguro, con soporte o incluso con tornillos suele ser el utilizado por muchos astrónomos.
Los prismáticos de aberturas menores a 50 milímetros y de 10 aumentos (los más famosos, los 10x35 y 10x50) serán fáciles de soportar y muy útiles para ver objetos brillantes como por ejemplo Júpiter y las estrellas, cúmulos como las Pléyades, M4, el Cúmulo de Hércules...
Los prismáticos con aberturas mayores a 50 milímetros o con más de 15 aumentos, se harán difíciles de soportar. Algunos astrónomos aficionados usan prismáticos de hasta 20 kilos, (Fujinon), y unos prismáticos de 20x50, ya pesan varios kilos, por lo cual el pulso del observador y la comodidad física y observacional, se van al traste, y conviene montarlos en un trípode (a partir de un 15x70 o un 20x50 lo recomendable es tener trípode). Estos son para observaciones más individuales.
Con unos prismáticos de 20x50 puedes observar de manera más detallada las Pléyades, el cúmulo de Hércules, M4, la nebulosa de Orión, e incluso, en noches oscuras puedes llegar a distinguir Urano e incluso (con 70 milímetros de abertura), Neptuno (aunque algunos observadores afirmen haber llegado a observarlo con un 20x50). Con estos pueden llegar a verse decenas de objetos, pero la imagen general es muy oscurecida y se pierde luz.
Los más recomendados son los 10x50, ya que ofrecen una pupila de salida óptima y lumínicamente eficiente para todos los observadores, son los más adquiridos en todo el mundo y pesan muy poco, sin necesitarse trípode para que la imagen sea recta.
A tener en cuenta:
-Zoom: Los prismáticos con zoom son famosos por muchos astrónomos como los nunca recomendados, ya que suelen tener peores cualidades, ya que la óptica, según los aumentos extras es peor; bien, yo sólo he probado en mi vida un par de prismáticos con zoom y la diferencia con unos de su modelo sin zoom es inexistente en mi opinión, aunque eso tendremos que comprobarlo nosotros:
-Se pueden descubrir objetos: Sí, lee bien, una de las ventajas de los prismáticos es que, con ellos, se pueden descubrir objetos:
Cometas:
Donald Machholz: se construyó unos prismáticos gigantes, de forma cuadrada, cuya función era absorber toda la luz en un área mayor, con ellos iba a observar a Loma Prieta. Descubrió con ellos varios cometas, tras lograr mayor manejo de los mismos, con los que barría el cielo. Con ellos logró descubrir el cometa 96P Machholz, del cual ya hemos hablado en este foro. Con ellos rastreaba amplias zonas del cielo.
Yuuji Hyakutake: famoso descubrir del cometa que porta su nombre, el cual llegó a brillar con magnitud 0. Este astrónomo lo descubrió con su par de binoculares gigantes, cuyo tamaño era de 25x152, construidos por una marca japonesa y adaptados en trípode y cubiertos por sí mismo, y fijados por tornillos y soporte a su propio trípode. Muchos astrónomos prefieren hacer con su propio material sus propios artilugios de observación, ya que tienen en cuenta sus posibilidades y necesidades. Como hemos dicho, estos son los prismáticos de gama alta, por precio y por manejo. Estos prismáticos captan en proporción la misma luz que un telescopio de 5 pulgadas por lo menos, y con ellos se puede alcanzar una magnitud límite muy próxima a la de un 6 pulgadas.
Supernovas: los observadores de supernovas, suelen utilizar telescopios a bajos aumentos o prismáticos de los 7x50 a 15x70 muchas veces; se dedican como si descubrieran cometas: barren el cielo hasta que encuentran estrellas que no aparecen en los mapas. Muchas supernovas se localizan con prismáticos.
Decídanse a cogerse unos prismáticos, serán sus compañeros toda su vida, los que más duren, los más rápidos, los más cómodos instrumentos que tengan, y serán su mano derecha en las salidas de observación. Hasta aquí llega nuestra guía de consejo, pues la elección es vuestra.
Esperemos que os haya servido este post, si tenéis alguna duda, podéis hacérnosla llegar mediante un comentario, un tweet a @Blogastronomico o por correo. ¡Un saludo a todos!
Fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario