29 de noviembre de 2013

Especial cometa ISON: Lo que sabemos hasta ahora, futuro

Como continuábamos en la pasada entrada, esta mañana, publicadas ya nuevas imágenes del cometa ISON, tocaba analizarlas. Si la pasada noche muchos analistas y estudiosos del cometa lo daban ya por muerto y se despedían de él, esta mañana nuevos detalles nos hacían pensar lo contrario: había sobrevivido. Ahora bien: ¿Qué antecedentes de hechos similares a este hay? ¿Qué opino?


Poco análisis de las pocas imágenes que van llegando puedo hacer. Un cometa es una cosa muy delicada que ni la física logra explicar, y muchas veces toca resignarse a esperar. Ayer daba al cometa por seriamente perjudicado, pues sobrevivió lo que parecía una nube de polvo. Está claro para mí que el ISON se ha fragmentado -nos podemos dar cuenta en que el supuesto resto del cometa que resultó del perihelio es muy inferior al que entró en el Sol-, por lo que hay cosas a asumir. Por otra parte, lo que ayer parecía una nube de polvo, esta mañana se ha podido constatar que había orbitado y encima mostraba dos claros signos en forma de colas, a su vez muy similares a la del cometa ISON hace unos días y semanas. Hecho que nos ha abierto las puertas a pensar que nada es definitivo, porque lo que ha pasado de ser una nube sin núcleo, posiblemente de polvo, ha acabado describiendo una órbita, mostrando un brillo creciente y un doble signo de actividad, lo cual va en contra de lo que pensábamos.

Así lucía el ISON antes del perihelio

Yo no me decanto a ser ni pesimista ni optimista. A falta de información, con el rigor que para mí predomina sobre el riesgo, me muestro muy dudoso acerca de la naturaleza de los objetos que hemos visto en recientes imágenes, aunque estoy seguro que son restos del cometa ISON que, a posteriori, pueden ser desencadenantes de un nuevo cometa. Al menos se han detectado signos de órbita, y lo que era una mancha dispersa, ahora es una doble ¿cola? similar a la que presentaba días antes el ISON y, sobre todo y para mí lo más importante, de un brillo mayor. Pero si pensamos que es una cola, nos sería imposible entender cómo esta tiene más potencia que un núcleo rocoso (¿cómo no sobrevive el ISON pero sí una cola de meros gases?), por lo que, tras de este posible ascenso del brillo, podría haber incluso fragmentos rocosos detrás. En todo caso ahora no se puede confirmar nada, dado que las pocas imágenes que hay desde la Tierra tienen una baja resolución como para detectar algo más que nubes de polvo y gas, y el cometa permanece tan cerca del Sol que ahora es invisible -o prácticamente- desde todo el mundo, al menos en condiciones de ser fotografiado.



Por otra parte, el papel de los organismos deja mucho que desear. El equipo del SOHO confirma que se ha desintegrado -incluso antes de que las nuevas imágenes salieran-, la NASA dice que es posible y probable que el ISON se encuentre en la lista de los ex-cometas y por otra parte la ESA, -Agencia Espacial Europea-, apunta a que el cometa ha sobrevivido sin núcleo. El Goddard, de la NASA, lo dio por muerto, despidiéndose de él, luego aportó nuevas imágenes y dijo que se retractab de lo dicho y que aún había signos de vida del ISON. Ahora ha dicho que "no tan rápido"... Se está viviendo todo con la incertidumbre y los palos de ciego que caracterizan el no tener información ni previsiones suficientes para aclarar la situación.

Ahora bien: ¿qué antecedente hay similar a este y cuál fue su desenlace? 



Pues un ejemplo como este, que ya cité en su día hace más de un mes y parece ser que acabará por darme la razón, es el del cometa Lovejoy. Éste pasó a una distancia menor aún incluso que la que ayer alcanzó el ISON respecto del Sol y, como era de esperar, acabó por sufrir los efectos esperados por parte del Sol. Y es que llegó a perder su cola debido a la acción del astro rey y a aparecer desprovisto de esta. ¿Fue malo entonces, no? Nada más lejos. Este cometa, pese a perder su cola, desarrolló una actividad de libro días después, recuperó su cola, se fue avivando y regenerando conforme se alejó del Sol y acabó convirtiéndose en uno de los mejores cometas que se han observado recientemente en el hemisferio sur, avivando el sabor que dejó en su día el Cometa McNaught. Pasó a una distancia 8 veces menor que la alcanzada ayer por el ISON y su diámetro era mucho menor del medio kilómetro, y aún así alcanzó una magnitud de -5, cuando era de esperar que no llegara ni a sobrevivir, e incluso, cuando se supo este "encontronazo", se le daban pocas probabilidades de llegar a ser brillante por parte de muchos.


En mi opinión, el cometa ISON ha sobrevivido, ¿a qué precio? Pronto para decirlo. No opino así que su núcleo -o al menos mucha parte de éste- haya quedado para contarlo, pero no obstante, con que hayan sobrevivido fragmentos de su núcleo y posea una cola, debería y deberíamos de conformarnos, porque sólo con eso, en mayor o menor medida, podríamos seguir asistiendo a su observación, aunque de momento todo parezca que no. El hecho de que un cometa se fragmente no significa que vaya a dejar de verse o sea tan pequeño que necesitemos telescopios para verlo, nada más lejos. La mayoría de cometas miden unos cientos de metros, por lo que no deberían ser visibles ni con telescopio, pero lo que hace a un cometa brillante es su cola y su composición. Un cometa sin cola sería un asteroide.


Por lo tanto, aunque el ISON se reduzca a unos bloques de decenas de metros, en caso de que así sea, lo que nos importa sería su cola. Los fragmentos del núcleo, tienen todos la misma composición: la del ISON, por lo que, si ha sobrevivido algún fragmento cuya masa sea considerable, podría dar lugar a otro cometa de cierto brillo (cual estrella de mar reproduciéndose), por lo cual, ahora, hemos de centrarnos no en observar el cometa de nuevo -porque será imposible volver a verlo como era antes del perihelio-, sino en lanzarnos a confirmar si de verdad hay un núcleo tras esas colas o incluso si esos signos que se han reavivado son colas, porque entonces si hay gases y roca, la gravedad del suceso habría sido muchísimo menor.

A partir de ahora hay tres posibilidades: 1) El vestigio del ISON es sólo una nube de polvo. 2) El vestigio del ISON son dos colas que se han reavivado.  3) El vestigio del ISON son rocas sólidas con masa suficiente como para reavivarse y comenzar la sublimación. En mi opinión y viendo las últimas imágenes, si en las próximas no se demuestra lo contario, todo estará entre la 2 y la 3, pero seguro que no habrá vuelta al pasado. De todo lo que ocurra, porque lo que se puede revelar ahora es todo cuanto sabemos -que es poco-, lo iré informando por entradas aquí. Os informaré del desarrollo de los hechos. Muchas gracias por todo y a todos, en estos momentos es cuando debemos de estar unidos por la situación y por un interés en común, sola y únicamente el ISON. Buenas tardes España, buenos días América.

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