En el panorama actual podríamos resaltar que España, una nación con unos de los mejores aficionados pero con una nefasta gestión a nivel científico, está perdiendo el poco futuro que le quedaba, en cierto modo, y dejando proyectos faraónicos que son castillos en el aire, está a punto de perder dos de sus grandes bazas y baluartes en el futuro: Calar Alto (por su cierre) y la colaboración en el telescopio más grande del mundo (que se instalará en Chile).
Son muchas las acciones que se están llevando a cabo para evitar el cierre de uno de los observatorios españoles más importantes, y sin duda el más destacado a nivel peninsular, con una dilatada historia y habiendo ofrecido gran cantidad de datos y variables tanto astronómicas como meteorológicas. El problema radica en los recortes en el ámbito científico que está aplicando el gobierno español y la negativa del CSIC, (grupo que paga todos los fondos de este observatorio).
Este observatorio, hispanoalemán, requiere de unos gastos de 4 millones de euros anuales (de los cuales el instituto alemán Max Planck paga 2.5 y el CSIC 1.5), que aportan las naciones alemana y española, a partes iguales. Hoy día, de los gastos que genera, Alemania paga más que España. Del millón y medio de euros que España aporta, al menos un millón doscientos mil vuelven a las arcas del estado gracias a las retribuciones (como IRPF, por ejemplo) por ser Calar Alto una empresa, por lo que el coste real del mantenimiento es una nimiedad verdaderamente insignificante (300.000 euros) comparada con otras muchas infraestructuras faraónicas sin dueño que realmente no aportan nada a la economía española (cosa que este observatorio podría ser destacado a nivel mundial).
Alemania no tuvo problema en pagar como cada año la subvención hacia este observatorio, pero el problema es que se acordó por ambas partes, para el 2014-2018 un nuevo convenio que estipulaba que los gastos de Calar Alto debían descender a 3 millones -en lugar de los 4 anteriores-, pagando a partes iguales, (cosa que no afecta negativamente a ningún país), pero expirando el período alemán en 2019, Alemania dejaría de ser socio de este empresa, y su única vía sería adquirir un mayor tiempo en esta, por lo cual, con dinero de por medio, se convertirían en clientes de la empresa (que pagan para su funcionamiento) en lugar de co-propietarios como eran antes (ya que el observatorio se construyó y siguió adelante gracias a ellos). Alemania podría, en un futuro establecer sus condiciones. El CSIC plantea por su parte, y dados los recortes sufridos, recortar a su vez el capital destinado entre un 70 y un 100%, con un cierre del observatorio prácticamente directo.
El portavoz Rafael Hernando daba la noticia de este posible cierre
hace unas semanas.
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Este observatorio, hispanoalemán, requiere de unos gastos de 4 millones de euros anuales (de los cuales el instituto alemán Max Planck paga 2.5 y el CSIC 1.5), que aportan las naciones alemana y española, a partes iguales. Hoy día, de los gastos que genera, Alemania paga más que España. Del millón y medio de euros que España aporta, al menos un millón doscientos mil vuelven a las arcas del estado gracias a las retribuciones (como IRPF, por ejemplo) por ser Calar Alto una empresa, por lo que el coste real del mantenimiento es una nimiedad verdaderamente insignificante (300.000 euros) comparada con otras muchas infraestructuras faraónicas sin dueño que realmente no aportan nada a la economía española (cosa que este observatorio podría ser destacado a nivel mundial).
Alemania no tuvo problema en pagar como cada año la subvención hacia este observatorio, pero el problema es que se acordó por ambas partes, para el 2014-2018 un nuevo convenio que estipulaba que los gastos de Calar Alto debían descender a 3 millones -en lugar de los 4 anteriores-, pagando a partes iguales, (cosa que no afecta negativamente a ningún país), pero expirando el período alemán en 2019, Alemania dejaría de ser socio de este empresa, y su única vía sería adquirir un mayor tiempo en esta, por lo cual, con dinero de por medio, se convertirían en clientes de la empresa (que pagan para su funcionamiento) en lugar de co-propietarios como eran antes (ya que el observatorio se construyó y siguió adelante gracias a ellos). Alemania podría, en un futuro establecer sus condiciones. El CSIC plantea por su parte, y dados los recortes sufridos, recortar a su vez el capital destinado entre un 70 y un 100%, con un cierre del observatorio prácticamente directo.
Los astrónomos y el pueblo en general se ha manifestado en contra de estos recortes al observatorio, que harían totalmente inviable su mantenimiento, por no disponer de fondos y por tener una descompensación negativa en sus cuentas. En las plataformas cibernéticas, como Change.org (podéis firmar aquí contra el cierre de Calar Alto) se han logrado recoger más de 5.000 firmas (y subiendo) para tal causa; asociaciones astronómicas y hasta el partido de la oposición (PSOE), han pedido y han debatido para la no retirada de esos fondos tan necesarios para el observatorio, que interrumpirían el funcionamiento a corto plazo de casi todos los telescopios del observatorio y a largo plazo de todo el observatorio (contando puestos de trabajo que no hemos mencionado, que también se perderían posiblemente).
En nuestra opinión, Calar Alto es un lugar con mucha historia, y aunque esté situado en España, hemos de recordar que es el Observatorio Hispano-Alemán de Calar Alto, no sólo perteneciente a España. Con 300.000 euros, una nimiedad a nivel de estado, podríamos mantener el poco futuro astronómico que tenemos, ya que (como hablaremos), parece ser que está en duda el que participemos en el proyecto más grande del mundo, el telescopio E-ELT de 39 metros, situado en Chile. Son malas noticias, pero confiamos en que el gobierno reflexione y medite y pueda aportar esa pequeña cantidad de dinero para que el observatorio, -de los pocos grandes con los que contamos en España en funcionamiento- siga unos años más en funcionamiento. Sin querernos meter en política, 300.000 euros en 1 año es una cantidad muy pequeña comparada con los salarios del mundo político, por lo que opino que los recortes no deberían ir por ahí -en alusión a la ciencia-, sino por otras vías, así que de verdad es digno de reflexionar. Confiamos en que el gobierno español aprecie la necesidad de este observatorio y recapacite sobre los recortes. Alemania no pone pega alguna a seguir con él.
Más adelante ya os hablaremos de la incertidumbre sobre la participación española en el proyecto más grande a nivel científico y astronómico, el telescopio gigante de Chile (E-ELT), un saludo a todos, muchas gracias a todos los que nos habéis apoyado alcanzándose ya este noveno mes o tercer trimestre de vida del blog y ya sabéis: "Astronomía a tu Alcance" en Facebook y @astroatualcance en twitter. Podéis dejarnos aquí también un comentario con vuestra opinion. ¡¡Saludos!!
Más adelante ya os hablaremos de la incertidumbre sobre la participación española en el proyecto más grande a nivel científico y astronómico, el telescopio gigante de Chile (E-ELT), un saludo a todos, muchas gracias a todos los que nos habéis apoyado alcanzándose ya este noveno mes o tercer trimestre de vida del blog y ya sabéis: "Astronomía a tu Alcance" en Facebook y @astroatualcance en twitter. Podéis dejarnos aquí también un comentario con vuestra opinion. ¡¡Saludos!!
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